La estacionalidad de algunas frutas condiciona su consumo a determinadas épocas del año. Es el caso de los nísperos, suculento y sabroso fruto que puede únicamente adquirirse fresco desde primavera hasta junio.
El empleo del almíbar como conservante natural permite consumir nísperos fuera de temporada, al igual que sucede con otras frutas. Obviamente, no sustituye las propiedades y beneficios de un níspero fresco, pero es una alternativa perfecta, a la par que sana, a otros postres como tartas o dulces. Asimismo, es un complemento ideal para acompañar algunas recetas.
Un conservante natural para la fruta: el almíbar
Después de la sal y el vinagre, el azúcar es el tercer conservante natural por excelencia. Pero, a diferencia de los anteriores, su uso está restringido casi en exclusividad a frutas y alimentos dulces debido a su excesivo dulzor.
El azúcar como alimento, y la posterior aplicación de sus propiedades conservantes, se debe a los árabes, que la introdujeron en nuestro país con su llegada. Además del almíbar, el azúcar fue usada para la elaboración de compotas, mermeladas y jaleas, también con importantes propiedades conservantes que han llegado hasta nuestros días.
El almíbar es el método perfecto para conservar las frutas, ya que la cantidad de azúcar necesaria para su elaboración (45% de azúcar y 55% de agua) evita la proliferación de la mayoría de los microorganismos encargados de su deterioro. Su fabricación se lleva a cabo mezclando azúcar con agua a fuego lento, lo que hace que la primera se espese, dando lugar a una especie de jarabe en el que mantendremos nuestra fruta hasta su consumo. El azúcar del almíbar absorberá el líquido de los frutos, deshidratándolos, con lo que consigue que el alimento se conserve durante mucho tiempo, como sucede con la sal, el conservante natural por antonomasia.
Consumir nísperos fuera de temporada
Como ya hemos indicado, el poder del azúcar y, por ende, del almíbar permite que se pueda conservar y consumir cualquier fruta fuera de temporada. En el caso que nos ocupa, el níspero, debido al carácter excepcional y exótico de este fruto, lo convierten, además, en un producto gourmet.
De este modo, los nísperos que Ruchey elabora en almíbar son de excelente calidad, seleccionados, en función de su tamaño y maduración, directamente del árbol, lo que otorga una frescura al producto incomparable.
El protocolo es bien sencillo: los nísperos se someten a un intenso proceso de producción siguiendo estrictos controles de calidad que pasan por su lavado, acondicionamiento, inspección y precocción. Casi a la par, en Ruchey tiene lugar la esterilización de los envases que contendrán las conservas. Acto seguido, se elabora el almíbar con la mezcla de agua y azúcar en la cual se sumergirán los nísperos. Al cierre del envase le sigue su esterilización, posterior enfriamiento y almacenamiento para su venta al público.
Los nísperos en almíbar ayudan a mantener una dieta sana y equilibrada. Aunque no sea un sustituto de la fruta, posibilita poder disfrutar de ella cuando esta no se encuentra disponible en el mercado. Eso sí, debe tenerse en cuenta que el elevado contenido en azúcares de la propia conserva le otorga un alto aporte calórico. Además, si se tienen problemas de acidez estomacal o se es diabético, se debe proceder con precaución en lo que a su consumo se refiere.
Los nísperos el almíbar que Ruchey elabora conservan su sabor excepcional, siendo un producto que podrás consumir en cualquier momento del año.
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